Los investigadores y miembros de Proyecto Juco, dentro del marco del Proyecto Binacional YaguaJuco (i.e., formado por dos morfemas base, en guaraní y runasimi, yaguá: jaguar y juco: oso andino en el sur de Bolivia y Noroeste de la Argentina), están realizando durante el presente año: intensivos relevamientos de campo (en áreas que no contaban con estudio previo) para monitorear osos andinos, jaguares y otros grandes carnívoros en corredores de cordones montañosos por arriba de los 2.000 m.s.n.m.
Este es uno de los esfuerzos de exploración e investigación más grandes que se haya realizado sobre este tópico en la región. La exploración del terreno durante la época estival, cuando los deslizamientos de masas y los desbordes de los ríos son frecuentes, insume largas horas de caminata y porteo de equipo buscando pasos seguros de cruce de ríos o ataques a filos montañosos provistos de soga de escalada para minimizar la probabilidad de accidentes y perdida de equipamiento en estas áreas de difícil acceso.
Las campañas de campo tienen por objetivo no solo rastrear y monitorear al oso más austral que existe actualmente en el mundo, sino determinar como responde esta especie a los marcados cambios ambientales en la región, con períodos de alta humedad y recursos alimentarios y épocas más secas y con menores recursos disponibles en las áreas altas. En este sentido, el esfuerzo también se direcciona en el establecimiento y puesta a punto de algunas estaciones fotográficas describiendo una poligonal que cubra el mayor área posible para “capturar” osos y otros carnívoros que recientemente se ha documentado, usan con frecuencia este corredor a lo largo del año. Una de las especies que usan estas áreas es el jaguar (Panthera onca). Los parches de pastizales de niebla, bosque montano y cañales de caña brava (Chusquea lorentziana) que se desarrollan entre los cordones montañosos a 3.000 m.s.n.m., son hábitats de importancia para el oso en la Argentina. Sin embargo, en estas áreas abiertas con quebradas profundas y roquedales, coexiste también el zorro colorado –Lycalopex culpaeus, especie más característica de este tipo de ambiente-, con algunos carnívoros más típicos del Trópico.

Las campañas de campo tienen por objetivo no solo rastrear y monitorear al oso más austral que existe actualmente en el mundo, sino determinar como responde esta especie a los marcados cambios ambientales en la región, con períodos de alta humedad y recursos alimentarios y épocas más secas y con menores recursos disponibles en las áreas altas. En este sentido, el esfuerzo también se direcciona en el establecimiento y puesta a punto de algunas estaciones fotográficas describiendo una poligonal que cubra el mayor área posible para “capturar” osos y otros carnívoros que recientemente se ha documentado, usan con frecuencia este corredor a lo largo del año. Una de las especies que usan estas áreas es el jaguar (Panthera onca). Los parches de pastizales de niebla, bosque montano y cañales de caña brava (Chusquea lorentziana) que se desarrollan entre los cordones montañosos a 3.000 m.s.n.m., son hábitats de importancia para el oso en la Argentina. Sin embargo, en estas áreas abiertas con quebradas profundas y roquedales, coexiste también el zorro colorado –Lycalopex culpaeus, especie más característica de este tipo de ambiente-, con algunos carnívoros más típicos del Trópico.

Durante los próximos meses se continuará con el monitoreo en terreno de las estaciones fotográficas y se seguirá trabajando con las comunidades locales ante conflictos del ganado con los carnívoros silvestres. Otro vértice importante es el re-entrenamiento de nuestros perros de rastreo, el trabajo del perro en campo facilita y optimiza la detección de los indicios de especies crípticas. En este punto, el gran esfuerzo de muestreo debe servir para desarrollar otras técnicas innovadoras como así también re-acondicionar diseños que permitan optimizar el trabajo en campo. Uno de los grandes misterios del oso hacia el sur del mundo, es estimar hace cuanto tiempo se ha dispersado desde el norte del sub-continente hacia estas áreas, así también como se comporta la especie en un ambiente de grandes cambios donde coexiste con otros grandes carnívoros. Su rastreo y monitoreo no es sencillo. Pero se está encaminado a tratar de responder estas grandes preguntas, para seguir promoviendo la conservación del oso más austral.

Derechos reservados: Proyecto Juco. La información puede ser empleada mientras sea citada.