Los osos más australes del mundo, han ocurrido según el registro fósil en África, y se han distribuido aún más al sur por Sudamérica hasta la Patagonia Austral. No obstante el registro fósil da cuenta de un grupo diversos de osos -pertenecientes a familias, géneros y especies diferenciales- que habitaron las áreas continentales más extremas y más al sur que otras especies de úrsidos. En África entre el Mioceno y el Pleistoceno, habitaba Agriotherium africanum, un carnívoro de prominentes caninos y gran fuerza de mordedura que tenía características diagnósticas comunes con osos y cánidos. Perteneciente a la Familia Hemicyonidae, se especula que este gran carnívoro era un predador importante hasta su extinción en el Pleistoceno temprano.
En Sudamérica en tanto, ocurrieron hasta el Pleistoceno tardío un conjunto muy diversos de osos endémicos americanos pertenecientes a la Subfamilia Tremarctinae -se ubicaban taxonómicamente en el mismo grupo del actual oso andino, no significa ésto que fueran antecesores de ésta especie-. Éstas especies sudamericanas pertenecientes al género Arctotherium -osos de hocico corto-poseían masas corporales que iban desde una equivalencia con el actual oso andino o juco, hasta especies con masas corporales lindantes con el gigantismo, como el A. angustidens. Este oso de rostro corto con una masa superior a los 1300 kilogramos (i.e., en un individuo fósil relevado en la ciudad de La Plata, Argentina) se cuenta entre el oso de mayor tamaño que haya habitado jamás en el Planeta Tierra. Los gigantes Arctotherium fueron registrados tan al sur, como la Patagonia Austral. Su extinción en masa, fue coincidente con la desaparición de la megafauna de mamíferos sudamericanos. El sub-continente entonces, se fue quedando deshabitado de úrsidos, hasta la aparición de pequeños y aislados grupúsculos de una nueva especie de osos tremarctinos -de mucha menor masa corporal y más generalistas en cuanto a dieta, que los grandes osos de rostro corto-, que ingresaron por el istmo de Panamá durante finales del Pleistoceno. Y siguiendo las cuchillas de la cordillera de los Andes Tropicales se fueron dispersando por ésta ecorregión. Esta especie era el actual oso andino.

En la actualidad el área de ocurrencia más austral del oso andino, es el extremo noroccidental de la Argentina. Siendo así, la especie de oso más austral en el mundo. Se han registrado mediante indicios indirectos y evidencia directa de muestras genéticas, inclusive 200 km más al sur que los reportes más australes citados por IUCN en el Sur de Bolivia (véase Mapa de distribución actualizado del oso andino; ésta página). Así, las expediciones científicas que realiza Proyecto Juco a éstas áreas terminales de los Andes Tropicales en la Argentina, son de sumo interés científico no solo para registrar al oso andino en este hábitat extremo en el límite sur de su distribución. Sino documentar su interacción con otras especies de carnívoros neotropicales, como el jaguar (Panthera onca) que cuenta con interesante densidad poblacional en esta área. Se tiene previsto en el corto plazo, el establecimiento de nuevos sitios de muestreo, la exploración de cuevas en roquedales de selva alta aislada de presiones antrópicas; con la colocación de trampas-cámaras para registrar y monitorear especies elusivas. El empleo de perros de detección de muestras biológicas-siendo por cánidos, exploradores por antonomasia, y estar adaptados genéticamente al recorrido de grandes distancias- es además una herramienta de optimización del trabajo de campo.







El conocimiento de la historia natural del oso andino en su área más austral también atañe a los potenciales refugios y recursos alimentarios que tiene la especie como oferta natural para suplir susnecesidades nutricionales. En este sentido, muchas especies de plantas que aportan o son fuentes importantes de azúcares naturales y lípidos para el oso, también no son del todo conocidas y algunas han sido descritas recientemente por la ciencia. El conocimiento de la biodiversidad es primordial en todo caso, para la conservación de sistemas naturales tan complejos como los Andes Tropicales.


Las comúnmente llamadas “taracas” (en idioma runasimi) pertenecen a la familia de plantas neotropicales de las Bromeliáceas. Las taracas, aportan al oso andino una fuente importante de fibras, lípidos y azúcares naturales, como se mencionara anteriormente. En las fotografías, Puya novarae, hay 17 especies de Puyas o “taracas” a lo largo del cordón montañoso andino de la Argentina. Esta Puya, fue considerada como especie nueva hace más de 25 años, por el botánico hindú G. S. Varadarajan, y dedicada al célebre Ingeniero Agrónomo argentino Lázaro Novara. Sin embargo Varadarajan, nunca publicó su descubrimiento. Esta especie de “taraca”, es otro de los importantes recursos alimentarios que tiene el oso andino a disponibilidad en los Andes Tropicales de Argentina. Finalmente urge realizar sucesivas expediciones y contar con apoyo financiero, para monitorear y entender las interacciones con el medio biótico y abiótico y las potenciales amenazas a la supervivencia de los osos actuales más australes del mundo.
