Ojos del Salado, es el volcán más alto del mundo, la segunda montaña más alta de América y la más alta de Chile.
Un gran desafío que siempre lo soñaba y planificaba por la ruta Argentina, por Cazadero grande (ruta argentina) que lleva a caminar varios días entre montañas a pura soledad. Pero esta vez la montaña me llamó y me abrió su camino por la ruta chilena, quizás en esta ruta si tenia compañeros para compartirla y seguir aprendiendo del camino.
Luego de la cima en Aconcagua compartí viaje con mis amigos franceses Elouann y Pílu que también iban por el mismo objetivo, el ojos del salado por chile.
Fueron días de aclimatación en Laguna verde a 4300 msnm, luego seguía con mi aclimatación en Refugio Atacama la cual la compartí con dos personas increíbles como Carlos y Michelle.
Sabía que lograr esta cumbre iba depender de mucha magia de la montaña. Las caminatas de aclimatación se me iban a complicar porque mis únicas zapatillas de trekking se habían roto y sólo me quedaban las botas dobles que tampoco sabía si iban a llegar a la cima jajaa. Y comenzaba la magia con Michelle que me regalaba unas botitas que no las usaba, así comenzaba mi gran cima de conocer a una persona tan increible.
Durante la aclimatación en el Refugio de Atacama a 5300 msnm se hizo porteo y luego noche en el Refugio Tejos a 5800 msnm.
El ascenso a la cumbre fue en la madrugada de las 5am, y la magia volvía a ocurrir entre un día increíble sin tanto viento con el sol acompañando en el camino. Un día de cumbre ideal donde no sentía el frio de la nieve que se filtraba en mis botas dobles que ya anunciaban sus últimos pasos.
Y me quedaba el ultimo tirón a cumbre donde tenía que ir con cuidado por mis botas que estaban tan lisas que se resbalaban entre las rocas mojadas por la nieve. Y vuelve a ocurrir la magia cuando me llegaron a decir que no debía seguir sino bajarme, ese fue el gran momento de volver a intentarlo con la ayuda de gran compañero como Jean Marie que estaba en la cima.
A la montaña solo le había pedido caminarla. Sin dudas la montaña me abrazó con grandes nuevos compañeros sin los cuales no hubiese sido posible llegar a la cima.
Cuando habia bajado del aconcagua ya me habia dado cuenta que el ojos del salado no iba a poder intentarlo si no se daban las condiciones excepcionales de montaña y por sobre todo si la montaña no me daba las señales. La montaña te escucha….
Una montaña no se conquista …. es ella la que nos conquista a nosotros.