Osos en los extremos, 2004 un año clave:los casos de investigación con los osos en Siria y en la Argentina.

Osos en los extremos, 2004 un año clave:los casos de investigación con los osos en Siria y en la Argentina.
Oso pardo sirio (Ursus arctos syriacus). 
Crédito fotográfico: Parc Zoologique Henri de Lunaret. 

    Variada literatura daba cuenta de la presencia de osos pardos en el Medio Oriente, inclusive hasta el sur de la Península del Sinaí. El oso pardo sirio (Ursus arctos syriacus) aún ocurre en diferentes países del Medio Oriente desde Turquía a Irán, incluyendo los montes Caúcaso de Rusia (donde su avistamiento muchas veces estuvo relacionado con la observación y figuración antropo morfa de los osos, como grandes homínidos como el “almasty” o “yetis”). Era aceptada y sostenida sin embargo, la extinción del oso pardo en Siria-país empleado como tipo y descriptor de la subespecie de este oso pardo- y el Líbano. La Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN), señala lo difícil que es registrar especies crípticas y raras, o presuntamente extintos en sitios alejados y remotos. Un ejemplo de esto es Iraq. El Grupo de Especialistas de Osos/IUCN no estaba al tanto de los osos en Iraq hasta 2006, cuando un piloto militar de U.S. observó lo que él creyó un oso pardo sirio mediante un sensor de infrarrojos. En esta paradoja, el imperialismo norteamericano y la OTAN, con su entrismo y destrucción en pos de recursos hidrocarburíferos abrió las puertas de estos países a las corporaciones de la conservación. 

Rastros de oso pardo sirio, relevados en 2004, en Siria. 
Crédito fotográfico: Issam Hassar.

El año 2004 fue clave para el oso pardo sirio, debido a un importante descubirmiento. Durante una excursión en enero de aquel año, en Bludan, -cerca de Damasco-el fotógrafo Issam Hajjar fotografía en la nieve las huellas, que luego se confirman de oso pardo. Seis años más tardes, a consecuencia de este hallazgo, Siria elige al oso pardo como animal del año posibilitando su investigación y conservación con apoyo estatal.
Como paralelismo y casualidad, fue durante julio de 2004, donde en el hemisferio occidental en un hábitat totalmente diferencial a las montañas áridas de Siria, se reportan huellas de oso andino Tremarctos ornatus -quién también desde la cosmovisión local fue antropomorfizado como el “ucumar”- en la selva nublada de Argentina. Previamente, en literatura altamente contradictoria y sin certidumbre científica, el oso andino (véase Rumiz, Brown, Perovic et. al., 2012; Brown y Rumiz, 1989 y boletines GEOF con textos de S. Chalukian, R. Ramadori), estos autores referían a la especie tanto en el sur de Bolivia como en el Norte de la Argentina, intermitentemente como extinto o presente en diversos años-por diferentes causales altamente especulativas, entre esas por la Conquista Española o la alta ocurrencia de jaguares en áreas argentinas-; o posiblemente presente en la región-inclusive en el Pleistoceno bonaerense, según A. Brown, 1986 afirmación sin una pieza alguna de evidencia-. Sin embargo a pesar del hallazgo de evidencias de la ocurrencia actual del oso en la Argentina, la reacción oficial a partir de ese momento fue de entorpecimiento de toda investigación posterior, mediante el permanente tráfico de influencias y el sofreno de la continuidad del Proyecto Juco de múltiples maneras. No obstante sin ningún tipo de apoyo y aún con el entorpecimiento desde entes provinciales ambientales para con el desarrollo de la investigación, en el año 2014 se presenta mediante evidencia biológica directa la confirmación de la presencia de osos andinos en el extremo sur de su distribución. Finalmente, esto denota dos formas diferenciales de concebir la ciencia, respecto a dos casos puntuales en países emergentes; uno con apoyo oficial para dar continuidad a investigaciones de campo y laboratorio y otro, con entes provinciales obtusos, no transparentes y cruzado por múltiples conflictos de intereses y tráfico de influencias. 

Rastros de oso andino (Tremarctos ornatus) en la selva nublada de Salta, Argentina. Relevados en 2004, en un sustrato blando areno-arcilloso. Crédito fotográfico: Proyecto Juco.
Huella de pié de oso andino, en bosque montano de la Provincia de Jujuy. Relevada en Agosto del 2016. Crédito fotográfico: Pablo Labarta.
Confirmada huella de pié derecho de oso andino (Tremarctos ornatus) adulto, en Jujuy, Argentina. En el margen inferior se ve una huella de pecarí, es probable que el oso esté siguiendo la piara. Crédito fotográfico: Pablo Labarta.

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