Muchas veces hemos escuchado o leído frases como “Salinas Grandes está en el altiplano de la Puna”; “Se sintió mal porque le agarró la puna”; “este cerro es muy punoso”; “trabaja en una minera de la Puna”; “una travesía de la Puna a la Yunga”; “llegó a Santa Rosa de Tastil, en plena Puna salteña”. Alguna vez leí algo similar a lo siguiente: “Y tras pasar el abra Muñano, se abre el alto, seco y frío desierto de la Puna de Atacama”. En otra ocasión, durante el ascenso al Vn Bonete, en La Rioja, nos costó mucho a un geólogo y a mí como profesor de Geografía y Ciencias Biológicas, convencer a otro miembro del grupo, guía de turismo, que ni el Pissis, ni el Ojos del Salado, ni el Bonete, estaban en la Puna; y es que nuestro amigo se basaba en los rasgos paisajísticos, y hasta en la presencia de vicuñas, para sostener su afirmación. Hasta encontramos el término como una conjugación verbal: “se apunó”. Como vemos, la Puna puede ser la Puna de Atacama, una afección por hipoxia, un ambiente natural, o cualquier lugar. Pero entonces… ¿qué es la PUNA?
Para el desarrollo de esta pregunta, podríamos integrar diferentes aspectos, el natural, el histórico, el geológico, el cultural, etc. Pero nada mejor que ceñirnos al concepto estricto: el geológico – geográfico.
Para empezar, vamos a decir que la Puna es una unidad geológica – morfoestructural que forma parte de la Cordillera de los Andes, más precisamente de los Andes Centrales. En segundo lugar, procederemos a delimitarla.
Esta provincia definida originalmente como Puna de Atacama por Brackebusch (1883), fue posteriormente denominada simplemente como Puna por Bonarelli (1913) y Keidel (1927). Su acepción actual como provincia geológica se debe a Leanza (1958) quien estableció sus límites desde el límite internacional con Bolivia y Chile hasta la Sierra de San Buenaventura en Catamarca. Se debe a Turner (1970) y posteriormente Isacks (1988) su caracterización actual y su diferenciación con el Altiplano de Bolivia y la Puna de Atacama en Chile, basado en estudios geodinámicos y sísmicos, y al mayor conocimiento y la identificación de ciertos procesos tales como el levantamiento termal, la delaminación cortical y la remoción del manto litosférico. Actualmente se acepta que la Puna es la región andina argentina que limita por el este con la Cordillera Oriental y por el sur con las Sierras Pampeanas en su sector oriental pasando transicionalmente en su sector occidental a la Cordillera Frontal y al Sistema de Famatina. Su límite norte es el Atiplano de Bolivia con el que se diferencia topográficamente, y por el oeste limita con la Cordillera Occidental Volcánica (CVZ). Es decir que se localiza al oeste de Jujuy y Salta, y al norte de Catamarca. Cualquier lugar o accidente geográfico que se localice fuera de esta región, no pertenece a la Puna (aunque a Ud. le parezca que sí) (Véase mapa 1)

Mapa 1: localización geográfica de la Puna
La Puna, encerrada entre la CVZ y la Cordillera Oriental, es una gran altiplanicie de unos 3800 msnm de promedio, resultado del levantamiento andino, fracturada internamente en bloques hundidos y elevados, y cruzada por volcanes sueltos y encadenamientos transversales. Entre las cadenas y volcanes se forman grandes depresiones donde confluyen las aguas superficiales y subterráneas que por evaporación dan origen a salinas y salares, como el de Arizaro, Pocitos, Olaroz-Cauchari, y Salinas Grandes, entre otros. Entre las sierras más destacadas de la región se encuentran la sierra de Calalaste, y de Laguna Blanca en Catamarca; en Salta la sierra del Macón, del Cobre, de Archibarca, de Ratones y de Pastos Grandes; en Jujuy las sierras de Rinconada, Cochinoca, Quinchagua e Incahuasi. Entre las cumbres más destacadas del sector Puna – Cordillera Occidental, se pueden citar el Vn Llullaillaco (6.739 m), el Vn.Antofalla (6.450 m);Vn. Galán (6.100 m), Vn. Archibarca (5.600 m), Vn Socompa (6.030 m), Vn Salin (6.050m), Vn Aracar (6.095 m); C° Rincón (5.364 m); y formando un conjunto unido, existe un grupo de tres estratovolcanes de edad miocena superior (Pocítos, Del Medio y Tul Tul, todos de poco más de 5.000 m) dispuestos con rumbo noroeste-sudeste. Estos se relacionan con el Vn Quewar (6.180 m). En Jujuy destacan los volcanes Tuzgle (5.500 m), San Pedro (5.870 m), el trinacional Zapaleri (5.565 m), el Granada II (5.697 m), el Coranzulí (5.500 m) y su campo ignimbrítico famoso; y bien al norte, el Vn Panizos y el C° Branqui, punto extremo Norte de Argentina. (véanse mapas correspondientes).

Mapa mostrando la Puna en la Provincia de Salta


Mapas de los tres sectores de la Puna. Arriba, Izq: Puna de Jujuy. Der: Puna de Catamarca. Abajo: satelital de la Puna de Salta
PUNA – PUNA DE ATACAMA – ALTIPLANO: ¿SON LO MISMO?
En muchas publicaciones, libros de Geografía, folletería y guías turísticas, suele presentarse a los tres términos como sinónimos. Sin embargo, no lo son. Desde los puntos de vista geológico, topográfico, morfotectónico y morfológico, son estructuras totalmente diferentes. En líneas generales, podemos afirmar que el Altiplano es boliviano, la Puna es argentina, y la Puna de Atacama, chilena. Si bien comparten un origen común, esto es la subducción tectónica, su desarrollo y características geológicas permiten diferenciar estas unidades geológicas claramente. Veamos.
El término altiplano, hace referencia al tipo de relieve consistente en una planicie elevada a gran altura, y, por lo tanto, solo desde ese punto de vista podrían considerarse como similares. De hecho, el Tibet también es un altiplano. Pero considerar solo el tipo de relieve, resultado de un largo proceso, no alcanza para definir una unidad geológica. A partir de la década de los ochenta, hubo un gran avance en el estudio de la litósfera de los Andes Centrales, basados en estudios litológicos y sísmicos, entre otros. A esto se van sumando estudios sobre geodinámica del magma realizado con técnicas láser más modernas. Los estudios de Isacks (1988) y Whitman et al. (1996), demuestran que en el sector de la Puna Argentina hubo una gran remoción del manto, con el correspondiente ascenso de la astenósfera subyacente, mientras que eso no ocurre en el altiplano de Bolivia. Estas características tienen efectos sobre superficie y sobre la composición de las rocas. Este ascenso de la astenosfera, resulta en un gran levantamiento geotermal de aproximadamente dos kilómetros, proceso que se inició en el Mioceno. A su vez, la remoción de manto y ascenso astenosférico, produce retrasos en la velocidad de las ondas sísmicas, que se correlaciona precisamente, con lo expuesto. Como corolario, podemos decir entonces que la Puna argentina, no es lo mismo que el Altiplano boliviano, por las razones ya expuestas.
Por otro lado, el término Puna de Atacama, es un término bastante antiguo, aunque todavía suele aparecer equivocadamente como un sinónimo de la Puna y del Altiplano. Y esto se debe a los trabajos de Brackebusch (1883), quién englobó bajo el término Puna de Atacama, tanto al sector chileno, como al argentino y al boliviano. Pero debe entenderse que, en ese entonces, las investigaciones no habían alcanzado el nivel de desarrollo actual. De hecho, hasta se hizo deliberadamente mal uso del término, con fines geopolíticos. Y de allí viene la confusión. Pero la Puna de Atacama queda en Chile. Y es una estructura geológica que incluso es casi dos mil metros más baja que la Puna Argentina. El ángulo con el que subduce la placa de Nazca bajo la continental, ha generado el desarrollo de los Andes, de tal manera que un bloque de la corteza se elevó a casi 4000 msnm, separándose del otro bloque que constituye la Puna de Atacama, con su consiguiente diferencia altitudinal, litológica y morfoestructural. Por lo tanto, la Puna de Atacama está en Chile, y nada tiene que ver con la Puna Argentina ni con el Altiplano de Bolivia.
LA PUNA COMO UNIDAD GEOLÓGICA Y COMO ECORREGIÓN AMBIENTAL
Finalmente, debemos mencionar los trabajos más recientes de Alonso et al. (1984) que han propuesto dividir a la Puna en dos sectores diferentes, la Puna Septentrional o Jujeña, que correspondería al sector donde las rocas más antiguas aflorantes son ordovícicas, y la Puna Austral o Puna salto-catamarqueña, en donde afloran rocas proterozoicas. Algo que tiene su correlato también a nivel ambiental aunque la equivalencia en cuanto a la terminología no es estricta. Al respecto conviene aclarar que una cosa es la Puna en sentido geográfico, y otra es la Puna en términos ambientales, aunque hay una estrecha relación. Así, la Puna (geográficamente hablando), posee dos ecorregiones principales: la ecorregión Puna y la ecorregión Altos Andes que presentan algunas diferencias entre sí.
La ecorregión Altos Andes abarca sectores de las altas cumbres de los cordones montañosos andinos por encima de los 4500 m de altitud e incluye también las cumbres y laderas superiores de algunas cadenas montañosas de la denominada Cordillera Oriental limítrofes con la Puna (especialmente laderas occidentales de las sierras de Cachi – Palermo; Acay; Chañi, Santa Victoria; Aguilar; Alta; entre otras).
La ecorregión Puna se corresponde principalmente con las grandes cuencas cerradas y altiplánicas localizadas entre las montañas, por arriba de los 3000 msnm. A su vez, como ecorregión, la Puna ha quedado dividida en dos subregiones y cinco complejos ecosistémicos, sobre la base de características físico-bióticas y socioeconómicas. Ambas subregiones difieren en riqueza y distribución de algunas especies vegetales.
- Subregión Septentrional (Puna seca): Complejo Prepuna — Complejo Puna Semiárida — Complejo Puna Salada
- Subregión Meridional (Puna desértica): Complejo Puna Árida — Complejo Puna Desértica
Cabe aclarar que esta clasificación (Morello y otros), incluye al complejo Prepuna como parte de la Puna, sin embargo, a criterio de la mayoría de los autores, la Prepuna puede considerarse una ecorregión en sí misma, y más bien relacionada con la ecorregión del Monte de Sierras y Bolsones. De hecho, si se sigue la clasificación climática de Köppen, la Prepuna es una ecorregión con identidad propia
De una manera menos estricta y más simplificada, algunos autores distinguen simplemente entre la Puna seca, arbustiva o jujeña con mayor cobertura vegetal, presencia de cursos de agua permanente y numerosas lagunas altoandinas (precipitaciones de 100-400 mm/año) y la Puna desértica con menor cobertura vegetal y grandes extensiones totalmente desérticas (<100 mm/año).
CORDILLERA OCCIDENTAL DE LOS ANDES – PUNA |
RELIEVE: Volcanes, sierras, altiplanicie (3.800 msnm). Cumbres que sobrepasan los 5.000 y 6.000 msnm. Vn. Llullaillaco, Vn Socompa; Vn. Salín; Vn Quewar; Vn Aracar; Vn Antofalla; Vn. Granada; Vn. San Pedro; Vn. Coranzulí; C° Zapaleri; Vn. Galán; Vn Pocitos; Sa. de Calalaste; Sa del Macón |
CLIMA: Árido Andino – Puneño. BWk y ET (Köppen). Monto de precipitaciones descendiente de Norte a Sur y de Este a Oeste. |
HIDROGRAFÍA: Cuencas endorreicas. Salares y salinas. Cursos temporarios y pocos permanentes. Rios: San Antonio, Pastos Chicos, De las Burras, Cincel, Orosmayo, Miraflores, Sta. Catalina; Lagunas: Vilama, Guayatayoc, Pozuelos; Cuencas salinas: Salar de Arizaro, Salar Pocitos, Salar del Hombre Muerto, Salar Río Grande, Salar Olaroz-Cauchari, Salar de Antofalla, Salinas Grandes. |
AMBIENTES: Ecorregiones de Altos Andes y Puna |
ACTIVIDADES ECONÓMICAS: Minería; Ganadería de subsistencia; Turismo |
LOCALIDADES DESTACADAS: La Quiaca, Susques, Rinconada, Casabindo, S.A.de los Cobres, Tolar Grande, Antofagasta de la Sierra, El Peñón |
