Algo se mueve…

Algo se mueve en el interior de las selvas altas y los bosques de transición del Chaco Serrano, la diversidad de mamíferos que ha primera vista parece ausente, aparece con sigilo y se muestra en numerosas especies. Un bioma vivo tiene movimiento, tiene especies que se dispersan, que dan dinámica a los bosques y al medio físico. El movimiento remite a la más pura dialéctica filosófica, en contraste, sin movimiento no podría haber proceso ecológico y evolutivo alguno. En este sentido, estamos explorando el interior de los bosques bajos y preparando una próxima expedición hacia el interior de las tierras altas donde hemos registrado la dispersión de numerosas especies de grandes carnívoros y una dinámica con el ambiente no registrada previamente. Desde Proyecto Juco, también nos estamos moviendo, la investigación y la conservación de los ecosistemas urge además, ante la presión cada vez mayor sobre los territorios de la lógica de concentración y el acceso extractitivista sobre los mismos del gran capital, aunado al acompañamiento y la alienación del gobierno nacional de la Argentina y los respectivos gobiernos provinciales; plenamente subyugados y con funcionarios públicos involucrados en casos de corrupción y conflictos de intereses con el manejo de las tierras públicas. Políticamente hay movimiento, pero un movimiento anti-horario, negativo, que nos remite a las décadas de instauración del neoliberalismo-capitalismo, al fin y al cabo-. Se destaca particularmente en este punto, el gobierno de Salta con el abogado J.M. Urtubey a la cabeza, quien siempre también se mueve con llamativa y obscena ligereza si toca brindar proteccionismo a los intereses propios permitiendo siempre la penetración orgánica y permanente de las transnacionales de los agronegocios, y la minería a cielo abierto en el Estado provincial. Una legislación defectuosa sobre los bosques y su pronta caída, es blandida por las transnacionales y lobbys  (i.e., medios de comunicación y cientistas diversos en formas y tallas) pregonando un desarrollismo-pretendido de novedoso y necesario por sus locuaces ideólogos- y que sin embargo, han aplicado siempre y es concentración y usufructo obsceno de los territorios; ante esto el movimiento es también necesario, un movimiento horario, progresivo, que remite a la conciencia de los campesinos y los trabajadores con el empoderamiento sobre los territorios y su diversidad biológica en cada vez mayor riesgo. Así y todo, algo se mueve en el interior de los bosques, aún ante la arremetida del capital y las tasas de deforestación más altas del Planeta (…) y mientras seguimos explorando se nos muestran en vida y en procesos biológicos en pleno desarrollo.

Zorro gris (Lycalopex gimnocercus) en un área baja, es un carnívoro de gran versatilidad habitando desde áreas tropicales hasta el altiplano andino a más de 4000 m.s.n.m.
El mismo individuo de la fotografía anterior observando la cámara.
Zorro gris respondiendo al estímulo odorífero de un cebo como atrayente (colocado en una de las leñosas tras el animal) en una prueba para cebado de osos y carnívoros generalistas. 1.600 m.s.n.m.
Un hurón mayor (Eira barbara) recorriendo el área de muestreo. 1600 m.s.n.m.
Acuti rojo (Dasyprocta sp.), esta especie correspondería al epíteto científico D. punctata-sensu algunos autores-, sin embargo esta especie requeriría una nueva revisión dado que D. punctata se encuentra citada en América Central, por lo que la pertenencia del acuti rojo a este grupo es por lo pronto discutible y controversial.
“Tarso”, uno de nuestros compañeros de rastreo tomado por la cámara durante su trabajo en campo. La asistencia de perros disciplinados y equilibrados puede ser de gran ayuda para el monitoreo de especies elusivas sin causar daño alguno en el ambiente. La expresión corporal y facial de Tarso, demuestra el disfrute que tiene explorando y trabajando en condiciones óptimas en el terreno.

Algo se mueve…
Uno de los individuos adultos de jaguar (Panthera onca) que estamos monitoreando, este individuo habita en un área de matorral y roquedal 
a 3.000 metros de altitud.