Volcán Socompa

Volcán Socompa

Origen del nombre

No se sabe el significado del topónimo Socompa y existen muchas dudas respecto al idioma. Algunos suponen que el origen es quechua y otros atacameño. Personalmente me inclino por la lengua atacameña, también llamada diaguita atacameña o Kunza, ya que es el idioma que se habló ancestralmente antes de la dominación incaica, es la que mayor presencia tiene en la región (Arizaro, Aracar, Antofalla, Licancabur, etc.), y además se han registrado en archivos del siglo XVIII y XIX apellidos Socompa en la puna de Jujuy de personas que se identificaban como atacameños. Su significado quedó perdido en el tiempo, con la desafortunada extinción del idioma atacameño, pero no se pierde la esperanza de que resurja de las voces indígenenas a través del legado de los ancianos o algún escrito archivado en alguna biblioteca.

  • País: Argentina/Chile
  • Lugar: Paso Socompa, Chile/Argentina
  • Altura: 6.051 m.s.n.m.
  • Provincia: Departamento Los Andes, Salta, Argentina / Provincia de Antofagasta, Región de Antofagasta, Chile.
  • Posición de la cumbre:     
    •  Lat.  24º 23’ 45” Sur
    • Long.  68º 14’ 44,42” Oeste
Ruta de acceso por Argentina
Ubicación

El volcán Socompa se encuentra en la Cordillera de los Andes formando parte de los volcanes que dibujan la invisible línea política  que marca el límite internacional entre Argentina y Chile. En Argentina se emplaza en el extremo occidental de la Provincia de Salta, Departamento de Los Andes y en Chile en el oriente de la Región de Antofagasta. Desde el punto de vista morfoestructural se encuentra emplazado en la región de la Puna que es la continuidad del desierto de Atacama (Chile) y  el Altiplano de Bolivia, constituyendo uno de los lugares más áridos del planeta.

En la base de la montaña, hacia el Sur se encuentra el paso internacional Socompa con destacamentos de Gendarmertía Nacional y Carabineros. Una estación abandonada y todo la infraestructura ferroviaria quedaron como mudos testigos de una época no muy lejana, cuando las vías vinculaban a los dos países, habiendo sido durante muchos años la única vía férrea de unión entre Argentina y Chile. Decisiones políticas miopes y corruptos acuerdos económicos de los políticos de turno fueron los responsables de hacer caer en desgracia una maravillosa obra de gran utilidad social y económica para una de las regiones más inhóspitas del planeta.

Vista desde estación socompa
Vista cenital

Si se accede desde Chile se debo partir de Antofagasta y tomar la ruta que lleva a Mina La Escondida, desde donde se debe tomar la  ruta B-55 por camino de tierra que discurre prácticamente junto a las vías del tren Antofagasta Socompa. En este trayecto hay zonas de campos minados, los cuales están bien señalizados y delimitados. Antes de llegar a Socompa se pasa por una hermosa estación abandonada llamada Monturaqui, desde donde se tiene una bella e imponente vista del volcán Socompa. Una vez en la estación Socompa (3.880 m.s.n.m.) se accede a la montaña directamente desde el retén. La distancia entre Antofagasta y Socompa es de 278,5 Km.

Chile-Estacion Monturaqui

Desde el lado argentino se accede a través de la ciudad de Salta por Ruta Nacional Nº 51 y desde Paraje Cauchari hasta localidad del Tolar Grande por la Ruta Provincial Nº 27.  Desde de Tolar Grande en la estación ferroviaria Caipe se debe tomar el desvío hasta Paso Internacional Socompa por Ruta Provincial Nº 163. El Paso se encuentra a 410 Km. de distancia desde la ciudad de Salta.

Antecedentes

Como ocurre en gran parte de nuestras montañas, los primeros seres humanos en ascender fueron los Incas. El Socompa posee restos arqueológicos que fueron identificados en diferentes niveles altitudinales, aunque en la cima propiamente dicha no se ha localizado alguna de las típicas estructuras de los adoratorios de altura, sin embargo, el explorador Antonio Beorchia Nigris menciona tramos de camino que ascienden y estructuras arqueológicas, cuya presencia he podido corroborar e incluso ampliar en algunas campañas arqueológicas realizadas a este volcán.

Desde el punto de vista deportivo moderno, la primera ascensión la realiza el alemán Federico Reichert -quien en los entretiempos de su trabajo exploratorio científico- realizaba ascensiones a las montañas. Meses atrás (en 1904) había intentado ascender al Nevado de Cachi por la ruta Oeste, debiendo desistir debido a las inclemencias del tiempo.

Antes de pasar el límite internacional entre Chile y Argentina el explorador y alpinista tiene un pensamiento racional y se auto convence de no subir al Socompa, pero la belleza del mismo, cual sirenas en alta mar, hace cambiar de opinión a Reichert y decide partir en busca de la cima. Me permito citar las palabras de Reichert ya que expresan ese apasionamiento del corazón que es más fuerte que cualquier convicción racional y con el cual muchos nos identificamos:

“La duración del viaje, la sucesión de tropiezos y las muchas dificultades con sus múltiples aspectos no dejaron de ejercer su influencia. Bajo la presión desventajosa del excesivo número de contratiempos, ya no seguí pensando en escalar la montaña; mi propósito había variado, pues era indispensable que uno fundara su actitud en sólidos razonamientos. Bajo el signo de aquella depresión mental se encontraba la marcha de regreso hasta el instante en que, cuando mi caravana se introdujo por el agujero de aquel paso, me fue dado ver por primera vez la montaña de Socompa. Allende el borde del valle se alzaba, esbelta como una catedral, cubierta con el manto de nieve recién caída, alzando su cima hasta las máximas alturas.

Bañados por los rayos del sol del mediodía, los campos cubiertos de nieve del monte brillaban como luces surgidas de un fondo  azul digno del trópico, en donde se esbozaban con claridad todos los contornos. Mientras iba avanzando cuesta abajo por el paso, seguía madurando en mi mente el proyecto que desde hacía tiempo acariciaba como mero anhelo. Decido salir airoso en el esfuerzo por trepar la cima, dispuse que mi equipaje siguiera hacia el valle y tuve la suerte de llegar en horas de la noche a la vega de Socompa situada en el pie oriental de la montaña. Con ello había alcanzado un refugio desde donde continuar el escalamiento.” (Reichert, 1967: pág. 68. Libro: En la cima de las montañas y de la vida).

Federico Reichert  asciende al volcán por la cara Este y sale desde Quebrada del Agua. Por esta ruta no se conocen nuevos intentos. Con el ascenso al Socompa Reichert concreta su primer montaña superior a 6.000 metros, asimismo da inicio a una pionera carrera deportiva que durante 40 años lo lleva a ascender y explorar la cordillera de los Andes y otros encadenamientos paralelos de la misma.

Resumen de las primeras ascensiones:

  • 1ra ascensión: 5 de mayo de 1905, Federico Reichert, ruta Este.
  • 2da ascensión: 20 de marzo de 1940, Mario Gazzin (Universidad Nacional de La Plata) y José Cabeza (Universidad Nacional de Tucumán)
  • 3ra ascensión: 27 de marzo de 1948, Luis Soruco (Cuadrilla Nro 8)
  • 4ta ascensión: 1 de febrero de 1953, Rolf Dangl y Antonio Stuis
  • 5ta ascensión: 1954, Feig Hieber
  • 6ta ascensión: 25 de enero de 1956, Francisco Solana, Jaime Miranda y Horacio Aramendi, del Club Andino Jujuy.
  • 7ma ascensión: 1960, David Castellón, del norte de Jujuy.

Entre la 6ta y 7ma ascensión hay una publicación de actividades del Club Andino Tucumán (Anuario del Club Andino Bariloche de 1960), donde figuran dos ascensos de Sergio Bossini, en septiembre de 1959 y mayo de 1960. Sin embargo Castellón no encuentra los testimonios de Bossini y retira de la cima los del Club Andino Jujuy.

Rutas

Ruta Normal:

Ruta normal

El volcán Socompa tiene prácticamente una sola ruta con algunas variantes. Por el sector Oeste no hay otras rutas de ascenso debido a la presencia de campos minados que imposibilitan un libre y relajado acceso, pese a que el gobierno de Chile lleva años trabajando en la zona fronteriza, no hay seguridad que todas las minas antipersonales hayan sido removidas.

Por la vertiente Argentina existe una interesante ruta por la pared sur, directa desde la base a la cima, pero que solo es factible si es que la delgada lengua de nieve se conserva después de alguna nevada, caso contrario es un acarreo o sayal (terreno inestable formado por pequeñas rocas) con bastante pendiente.

La ruta normal tiene un sentido sur en primera instancia, pera luego definirse como suroeste. Se parte desde la propia estación Socompa y límite fronterizo. Tanto del lado chileno como del argentino hay unas huellas para vehículos doble tracción que ascienden unos 200 metros y recorren una distancia de casi 2 km en línea recta, aunque siempre es conveniente salir caminando para que el cuerpo se adapte mejor a la altura. Los puntos máximos alcanzados en vehículos son: Argentina:  24°26’29.94″S –  68°16’29.58″O – Altitud: 4.050 m.s.n.m.; Chile:  24°26’19.95″S –  68°17’0.37″O – Altitud: 3.990 m.s.n.m.

Se suele hacer este ascenso montando dos campamentos, uno a una altura de 4.780 m.s.n.m. aproximadamente ( 24°24’50.96″S –  68°15’45.31″O) y el otro a 5.770 m.s.n.m. aproximadamente ( 24°24’2.12″S –  68°15’16.54″O). Es importante tener en cuenta que existe un paso por un falso filo que se debe tomar a tiempo y descender unos 60 metros por un terreno fácil, caso contrario, una vez montados en el mismo se deberá desescalar unos 200 metros de pared casi vertical, buscando algún lugar propicio, para llegar al lugar de acampe, lo cual no es recomendable debido a los grandes e inestables bloques de roca volcánica. Esta variante la concretamos en agosto de 1985 junto a Jorge “Yuyo” Tarditti, tras habernos equivocado en el acceso.

El paso se ubica a 5.250 m.s.n.m. aproximadamente y sus coordenadas son:  24°24’6.73″S –  68°15’47.13″O, véase las imágenes y fotografías y notarán que se trata de un cambio de pendiente y también de un lugar donde nacen dos coladas de lava volcánica.

Vista desde el oeste
Vista general desde el oeste
Vista Sur

Variante del falso filo:

Detalle ruta normal y variante desde cumbre

Otra posibilidad es seguir el falso filo en dirección sureste y llegar hasta donde culmina ( 24°24’5.01″S –  68°14’56.44″O – altitud: 5.680 m.s.n.m.), para luego descender unos 100 metros por un terreno accesible y sin peligros. Esta ruta la concretamos en noviembre de 2007 junto a Darío Bracali. Luego del mencionado descenso sólo resta ascender directamente hasta la cima por su cara Sur.

Ruta Federico Reichert:

Ruta Reichert

Reichert realiza la primera ascensión y lo hace por la cara Este del volcán, partiendo desde Quebrada del Agua y acampando a 4.400 m.s.n.m. ( 24°25’5.93″S –  68°12’33.87″O aproximadamente).

Clima

El clima de la zona es el árido andino puneño, caracterizado por la extrema sequedad del ambiente y el viento. Las temperaturas medias anuales son de 15º a 20º C con mínimas de hasta -30º C. Durante los meses de diciembre a marzo el tiempo se torna inestable, con precipitaciones intensas y tormentas eléctricas, pero las mismas no suelen durar más de uno o dos días por lo general. En invierno las condiciones climáticas son más estables, pero las temperaturas pueden ser muy bajas. La mejor época para ascender es en otoño y primavera.

Vitry en camino de acceso al Socompa por Argentina foto de Jose Salfity

Observaciones:

El volcán Socompa tiene algunas particularidades geológicas y biológicas que merece la pena saber. Sobre el tema ha escrito un artículo de divulgación el geólogo Ricardo Alonso titulado: “El Volcán Socompa y su erupción catastrófica”, que con gran poder de síntesis y fácil lectura explica los fenómenos extraordinarios ocurridos en el Socompa. Me permito citar el artículo de este amigo en forma completa, ya que no puedo hacerlo mejor:

“Los volcanes emblemáticos de la alta cordillera volcánica salteña son el Llullaillaco (6.739 m) y el Socompa (6.051 m). Ambos sirven como límite de las altas cumbres con el territorio chileno. No hay acuerdo sobre el origen del topónimo Socompa y distintos autores lo atribuyen unos al quechua y otros a la lengua atacameña, significando desde “terreno verde deleznable”, hasta “cabeza protegida”, “cuello largo” y “tierra que se estremece con el trueno”, entre otras (véase A. Cornejo, J. V. Solá, F. Figueroa). Lo interesante del Socompa es que es un volcán joven, bastante bien conservado y que forma parte de uno de los “seis mil”, en la jerga de los andinistas. Además presenta para la geología y para la biología algunos temas excelentes de investigación como son una avalancha catastrófica, producto de una de las erupciones volcánicas históricas más violentas, y un ecosistema de altura único en el mundo. Si bien el volcán fue mencionado desde al menos el siglo XIX por los viajeros que hacían la travesía desde el norte chileno (antes boliviano) a la Puna y el norte argentino, incluso como un paso para el transporte de ganado a pie a las nitrateras de la costa pacífica, en general, pasó casi desapercibido. Los incas lo consideraron uno de sus cerros sagrados, al punto que cerca de su cumbre se encontraron pircas de piedra y acumulaciones de maderas duras que recuerdan los refugios y las ceremonias que ellos realizaban. El primero en mencionar esto y también el primero en hacer cumbre allí fue el geólogo alemán Fritz Reichert (1878-1953). Reichert, considerado uno de los patriarcas del andinismo argentino, fue contratado por el Gobierno en los primeros años del siglo XX para realizar estudios de las riquezas mineras, especialmente las del recién integrado Territorio Nacional de los Andes. Mientras realizaba sus estudios geológicos, aprovechó para intentar el ascenso de algunas cumbres andinas, entre ellas el Cachi, que no alcanzó; pero logró coronar con éxito la del cerro Rincón y la del Socompa. Reichert subió el volcán en los primeros días de mayo de 1905. Comenta la abundancia de nieve y hielo en la cumbre, y también las abundantes fumarolas que despedían gases calientes con olor a azufre. Precisamente las fumarolas y las aguas termales en los alrededores bajos del volcán son una de las evidencias de que todavía mantiene una cámara magmática activa en su interior. Las edades de las rocas volcánicas y de las camadas de cenizas que conforman el edificio enseñan que el Socompa es un estratovolcán de unos 2 millones de años de antigedad con una base de 16 km de diámetro ubicada en la cota de 3.600 m, desde la cual surge el cono que se eleva hasta los 6.051 metros. Esto muestra que el volcán tiene una altura neta de unos 2,5 kilómetros. Una de las características del cono volcánico es que explotó en su flanco occidental, del lado chileno, desapareciendo un 20% del edificio y formando una avalancha catastrófica gigantesca considerada la mayor de los Andes Centrales y una de las más importantes en todo el mundo. La explosión lateral hizo colapsar la ladera oeste del cono, quedando como remanentes bloques que alcanzan los 400 m de altura y generando una avalancha que llegó a 40 km de distancia de la boca del volcán. En total la “zona de desastre” cubre un área de unos 500 kilómetros cuadrados con un espesor promedio de 50 m de alto. Un gran anfiteatro sobre la cara occidental del Socompa representa la cicatriz del soplido volcánico explosivo, similar a lo que aconteció en 1980 con la erupción del volcán Saint Helens, en los Estados Unidos; aunque la avalancha generada por este último es muy inferior en tamaño. Vulcanólogos internacionales han calculado la enorme cantidad de energía termal liberada en esta erupción equivalente a unas 5.000 bombas atómicas de Hiroshima, por lo tanto, una de las erupciones más importantes de las registradas en el planeta. Los cálculos realizados indican que la extraordinaria erupción del St. Helens fue, en comparación, cinco veces menor que la del Socompa. Al parecer, la gran avalancha se habría producido unos 7.200 años atrás. Algún tiempo después se produjo una erupción de cenizas blancas y pómez de enorme envergadura que dio pie a una columna pliniana (en honor a Plinio) de varias decenas de kilómetros de altura. Esas cenizas, con una edad cercana a los 5.000 años, serían las responsables de haber cubierto con un espeso manto blanco todo el Noroeste argentino. Teniendo en cuenta que los rasgos glaciarios se marcaron con fuerza hasta unos diez mil años atrás, la frescura de las geoformas volcánicas en el Socompa habla a las claras de la juventud de las últimas erupciones que le dieron su aspecto actual. Un dato biológico del mayor interés se registró cerca de la cumbre, arriba de los 5.750 m, donde en 1984 Stephan Halloy descubrió en unos casos y redescubrió en otros un ecosistema novedoso formado a expensas de las salidas de aguas y gases calientes así como de los suelos térmicos mineralizados. Se trata de parches de vida aislados y sometidos a duras condiciones ambientales. Para que se tenga una idea, además de la altura, las temperaturas descienden de noche a decenas de grados bajo cero, principalmente en invierno, generando un ambiente helado con fuertes amplitudes térmicas diarias. Esto se contrarresta por la salida de los vapores de agua en los respiraderos y por los suelos que se mantienen calientes y húmedos, lo que permite que aparezcan pequeñas islas de “vegetación” formadas por musgos, hepáticas, algas, hongos y líquenes. Se reconocieron 36 tipos diferentes de musgos y líquenes. También se descubrieron insectos, un grupo novedoso de microartrópodos, un ratoncito andino colilargo (Phyllotis darwini rupestris) y un pajarito jilguero (Sicalis olivaceus). Estas condiciones de aislamiento, altitud, clima y biota convierten el sitio en un ecosistema único, esto es, en la comunidad autotrófica más alta del planeta. Luz y nutrientes permiten el desarrollo de estos pequeños islotes de vida complejos y fotoautotróficos a 6 km de altura sobre el nivel del mar. Asimismo, una laguna al pie del volcán, la laguna Socompa, ha demostrado contener matas algales del tipo “estromatolitos”, que se encuentran biológicamente activos y que se destacan entre los ejemplos a mayor altura en el mundo. El volcán Socompa representa entonces un cuadro de rasgos geográficos, geológicos y biológicos singulares que lo destacan entre sus pares de la cadena andina.”

Fuente: Diario El Tribuno, Salta, Argentina. 27-05-2012 – RICARDO N. ALONSO, Doctor en Ciencias Geológicas (UNSa-Conicet)

Autor del informe: Christian Vitry


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