Expedición al Nevado de Cachi ’12

Y la primera vez no conocía ni Cachi y apenas ubicaba la cumbre más baja del Nevado, pico Pirámide y no fue difícil convencer a Facu para ir, jeje. La segunda vez con libro a mano y bien estudiado intentar el Pellicelli desde el Di Pasquo, fue el reto. Y la tercera expedición fue la verdadera sorpresa para mí, sabía que en algún momento iría para la cumbre principal del Nevado de Cachi (6339msnm) pero nunca imaginé que lo compartiría con dos de las tres montañistas que más admiro, Mercedes López y Griselda Moreno. Expedición que sin saberlo se convertiría en la primera expedición femenina al Nevado de Cachi.

Justo cuando estaba comenzando con esto de la alta montaña, terminó siendo una de las mejores experiencias de mi vida. Todo fue aprender tanto de las chicas como también darme cuenta de las cosas que hacía mal en las salidas anteriores, me sirvió para darme cuenta de que no sabía nada de montaña y que me faltaba mucho por aprender…

Una expedición al estilo alpino, sin contratar agencia para llevar carpas, cocina y equipamiento. Cada una cargó su mochila de entre 16 a 18 kilos.

Un 10 de octubre del 2012 comenzaba la expedición por senderos que no conocíamos.

Se hicieron cuatro campamentos. Entre ríos, vegas de la puna, cascadas de hielo y un circo de glaciar en el último campamento a los 5600 msnm, un campamento con mucho viento y con 20º bajo cero. El domingo 14 de octubre no llegamos a la cumbre principal, pero todo era felicidad en la cumbre Hoygard a 6.213 msnm, era la una de la tarde.

Montañista no es solo aquel que va a las montañas en busca de las cumbres de la tierra y del espíritu, sino también, aquel que lleva en las mochilas el fuego encendido de la amistad y las banderas desplegadas del abrazo fraterno.

– Juanito Fadel

Gracias Martin Oliver por dejarnos en el lugar para comenzar con el ascenso.

Publicada por Mariela Del Valle Flores en Miércoles, 17 de octubre de 2012