
La biología molecular, es una de las técnicas de vanguardia para la investigación en genómica y en los diversos campos implicados inclusive de la biología clásica, como ser historia natural, dinámica poblacional, entre otros; o como potenciales riesgos de enfermedades a una población o grupo dado, o así también los efectos de la fragmentación de hábitat y los consiguientes efectos en retracción de diversidad genética y endogamia en diversas especies. Entre los alcances de la investigación molecular, el mapeo del genoma humano ha significado recientemente uno de los grandes avances en el conocimiento científico con las perspectivas potenciales que abre este campo, aún no cuantificables del todo en neurociencias y medicina humana en general.
Recientemente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha tenido que reconocer la presencia del oso andino en la Argentina. Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco, ha sido el promotor principal de esta actualización del conocimiento, ante los avances en la exploración de grandes áreas silvestres, y también en el rastreo molecular de los osos más australes del globo. El arduo trabajo de campo en los últimos años, como los análisis moleculares han permitido hasta la fecha identificar dos haplotipos (i.e., líneas maternas) de osos en el norte de la Argentina (véase Cosse et al., 2014). Esta información ha abierto nuevos campos de investigación que actualmente están en pleno desarrollo, entre estos, sentar una línea de base para la investigación y monitoreo de los osos australes, como así determinar aspectos de abundancia de individuos, flujo génico e incluso intentar explorar tópicos en el mapeo de los genes sobre historia evolutiva reciente y las potenciales adaptaciones del oso en un contexto de cambio climático.


El trabajo en campo en sí, ha demandado hasta la fecha gran esfuerzo de muestreo y los resultados algunas veces pueden parecer frustrantes por lo que siempre es necesario optimizar el diseño del estudio sobre la marcha del conocimiento que se va adquiriendo y generando. Durante el presente año 2018, se continuará con el monitoreo del área de estudio actual, hacia mediados de año esta se ampliará en extensión. A los efectos, se ha adquirido un nuevo lote de cámaras-trampa y así mismo, se está evaluando la efectividad de diversos cebos atrayentes para la captura de las especies mediante estas estaciones fotográficas. Urge señalar ante los grandes esfuerzos realizados, que es preciso el mayor involucramiento y apoyo del Estado argentino a las tareas que lleva a cabo Proyecto Juco, la investigación que se desarrolla es altamente relevante porque además de incluir el estudio del único oso que habita a estas latitudes, abarca también las interacciones de esta especie con otros grandes carnívoros -no reportados ni relevados previamente en estas áreas inexploradas, y en permanente dispersión desde los 2.500 hasta por arriba de los 3.000 m.s.n.m., este trabajo-, como así también la dinámica abiótica que impactarían en su dinámica poblacional y que indirectamente afectan también a la presencia humana como el acceso a algunos recursos naturales (lo cuál siempre debe desarrollarse sosteniblemente, sin lógica de mercado).
Los osos del sur podrían revelarnos los misterios sobre su historia evolutiva reciente, teniendo en cuenta que el oso andino en si, ha sido especie-testigo de los grandes cambios ambientales desde principios del Holoceno, y es el único oso viviente de un grupo diverso de osos extintos hacia finales del Pleistoceno en un contexto de cambio climático y extinciones masivas. El oso más austral del mundo, un complejo viviente de genes ¿qué podría revelarnos sobre su historia evolutiva y sus respuestas al cambio climático global? Es este, uno de nuestros mayores desvelos (…)


